domingo, 3 de agosto de 2008

Menem: Parte 4

Los ciervos siempre son infantiles

Escribo una línea
dos
tres
cuatro líneas para poder decir: menem.

¿Era tanto el atontamiento?
¿o era tonta la cantidad?

Dos por cuatro me da siete cuando fuerzo la continuidad
la pecera se atiborra de verdades con el paso del tiempo
las miradas anclan su necesidad en ese pez
¡ojo de tigre!
los signos siempre piden pronunciación, aunque no lo confiesen discursivamente
menem hace pie donde había tierra
los mecanismos de la selva intuyen su longevidad
un berrido infantil, olor intenso
montones de verdades crean la necesidad
menem ha entreabierto su horrenda mandíbula
¡va a hablar! ¡va a masticar! ¡va a respirar!
menem exhala
un jadeo húmedo como un pequeño ciervo repelente
cuatro veces y en ambas direcciones:
morir
morir
morir
morir.

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